lunes, 17 de agosto de 2009

Una linda niña

No tuve tiempo para escribir el fin de semana, mucho trabajo, más un curso que estoy llevando, así que últimamente he estado algo stressado y durmiendo poco. Pero creo que ya estaré un poco más libre, aunque el trabajo sigue igual de fuerte por ahora.

Esta vez no contaré un relato precisamente, es una introducción para el siguiente relato que espero publicarlo el fin de semana. Todo empezó hace poco y gracias a este blog. Una lectora me agregó el msn y estuvimos conversando desde hace poco más de una semana, prometí no decir su nombre, solo diré que es una linda chica de 19 años. Algo inusual en mí, como habrán leído, siempre he salido con mujeres un poco o mucho mayores que yo, pero con esta niña hubo química de inmediato, solo conversando por msn, creo que ya nos entendemos muy bien y hay una atracción y deseo que ambos sentimos y que es más fuerte de lo que he sentido anteriormente.

En más de una ocasión, nos hemos masturbado mientras conversábamos por msn y nos excitábamos el uno al otro, diciéndonos lo que haremos el día que nos veamos. Le gusta el sexo fuerte, su relativa inexperiencia, la compensa con sus deseos de aprender y estoy seguro de que gracias a eso podrá desempeñarse mucho mejor que cualquier otra chica que haya conocido.

El fin de semana vamos a salir juntos y lo más probable es que luego publique el relato respectivo, estoy seguro de que será una experiencia muy buena y que voy a querer repetirla muchas veces.

A pesar de su corta edad, parece ser una chica muy ardiente y que se entrega por completo, lo cual me gusta mucho, porque la verdad son pocas las mujeres que lo hacen. En el próximo relato, les contaré más sobre ella y escribiré acerca todo lo que ocurra el fin de semana.

Espero sus comentarios, en especial el de la chica sobre quien he estado hablando ;)

domingo, 9 de agosto de 2009

Una tarde acompañando a Natalia

Un día cualquiera, mis clases terminaron temprano y me parece que se había cancelado una clase que era en la noche. Llamé a Natalia y como estábamos en la universidad, quedamos para vernos en un lugar cerca, nos encontramos y estuvimos conversando, paseando, era una tarde tranquilao eso creía hasta el momento.

Natalia tenía que ir por Chorrillos, se había contactado con alguien y quería que le autografíen un cd de música, exactamente no me acuerdo a quién tenía que buscar. Tomamos un taxi juntos y llegamos por el malecón de chorrillos. Llegamos a una casa y luego de esperar un rato, ya tenía el autógrafo que tanto quería. Aún era temprano y fuimos a caminar por ahí, no sé cuánto habríamos caminado, pero ya cada cuadra, nos estábamos besando y gracias a que llevaba una faldita, ya le estaba metiendo mano sin importart de que estuviéramos en la calle, por suerte no había mucha gente.

Los dos estábamos calientes y tomamos un taxi rumbo a un hotel cercano. Nos sentamos en la parte de atrás del taxi y continuamos con nuestros besos, el chofer se ganaba cuando Natalia abría sus piernas porque se le veía literalmente todo, ya saben que era costumbre que vaya sin ropa interior cuando salíamos juntos. Y yo siempre aprovechaba eso para masturbarla, y ese día, aunque estuviéramos en un taxi, no era la excepción. No llegó al orgasmo en el taxi pero sí se estuvo aguantando sus gemidos y su faldita ya estaba mojada por sus fluidos, al igual que un poco del asiento del taxi. Llegamos a nuestro destino y nos bajamos, el taxista ya había tenido su propina con lo que vio por su retrovisor.

Con toda la caminata y el taxi, ya se había hecho algo tarde, así que no teníamos mucho tiempo, pero queríamos saciar nuestras ganas de sexo. Entramos al hotel y subimos a la habitación, incluía dos pisco sour de cortesía, los cuales estaban muy ricos y solo sirvió para aumentar nuestra calentura. Esta vez no le quité la ropa, empecé a besarle los senos, lamerlos, succionando sus pezones que estaban duros, eso la excitaba mucho y sus gemidos me calentaban cada vez más. Le subí la falda y me dedicó a darle un buen sexo oral como tanto le gustaba, fácilmente tenía por lo menos 3 ó 4 orgasmos solo lamiendo sus labios vaginales, acariciando su clítoris hinchado, succionándolo y frotándolo con mi lengua mientras mis dedos la penetraban cada vez más rápido y profundo, tocando sus puntos más sensibles que la hacían llegar a un fuerte orgasmo en medio de gritos y gemidos que se escucharon en todo el hotel. Mi cara quedó mojada con los fluidos que salían de su vagina, sabían exquisitos y se los hice probar mediante un beso en el que aproveché para sacar mi pene que estaba durísimo, y procedí a penetrarla. Entró fácilmente, su humedad hizo la penetración más sencilla, a la vez que sentía como si su vagina se quisiera comer todo mi pene. Se lo metí completamente y a cada embestida, Natalia estaba más cerca de llegar al orgasmo. Luego la puse como perrita y tenía la mejor visión de su culo grande y firme, esta vez la penetré más fuertemente y se escuchaba el sonido de nuestros cuerpos el golpear el uno con el otro, lo cual nos alentaba a seguir disfrutando. Ella misma empujaba su cuerpo hacia atrás buscando la penetración y se podía sentir cómo llegaba a lo más profundo de su ser, la llenaba por completo. Para termina, hicimos la posicón del 69, hasta que ambos llegamos al orgasmo, ella tomándose mi semen y yo, todos sus fluidos.

Sin tiempo para descansar, nos duchamos rápidamente antes de irnos a nuestras casas, ella con una buena mancha en su falda, la cual no pudo ocultar mucho en la calle, por lo que tomó un taxi y nos despedimos.

domingo, 2 de agosto de 2009

Elissa y un pequeño trío

Otra vez recordando mis experiencias con Elissa, como leyeron en mi primer relato, mi primera vez fue con ella, una mujer madura y casada, pero muy caliente en la cama, con un esposo que le era infiel, terminaba en menos de 5 minutos y encima pasaba gran parte de su tiempo viajando. Ella simplemente se cansó de todo eso y empezamos una aventura muy satisfactoria para ambos.

Estuvimos saliendo por meses, su esposo ni cuenta se daba y nos encontrábamos por lo menos una vez a la semana, Elissa pagaba todo siempre, yo aún no trabajaba en ese entonces y ella entendía eso. Un día de semana, yo tenía clases en la mañana en la universidad y luego otra clase en la noche, habían por lo menos 7 horas libres, así que quedamos para vernos y nos encontramos en el mismo hotel que quedaba cerca de mi universidad.

Ese día se había una puesto una ropa interior sexy de color blanco, los pezones se veían duros por lo excitada que estaba, no pude resistirme y me lancé a besar sus senos, succionar sus pezones, morderlos ligeramente hasta escuchar sus gemidos que se hacían cada vez más fuertes. Su pubis estaba totalmente depilado, tocándolo por encima de su ropa interior, podía notar el calor y humeda de su vagina. Acerqué mi cara y le hice sexo oral, su clítoris era estimulado por mi lengua, mientras espasmos de placer se hacían notar en todo su cuerpo. No me dejó hacerlo mucho tiempo porque Elissa quería probar mi pene que ya estaba listo desde hace rato, pasó su lengua por la cabeza primero y luego recorría todo su largo, se metía parte de mi pene en su boca y con su mano me masturbaba la parte que aún quedaba fuera de su boca. Le gustaba darme placer con el sexo oral, se excitaba cada vez más cuando tenía mi pene duro en su boca, verla arrollidada y sumisa, solo lograba excitarme aun más.

Elissa hizo que me eche en la cama y se montó encima mío, agarró mi miembro erecto con su mano y lo dirigió a la entrada de su vagina, se sentó y lo metió de golpe hasta el fondo, le gustaba sentir cómo golpeaba en su interior cuando la penetraba con fuerza. Estuvo cabalgándome cerca de 20 minutos y ella ya había llegado a su segundo orgasmo, y quiso descansar un rato.

Nos pusimos a ver una película porno en la televisión, solo recuerdo que era una orgía. Estuvimos conversando y recordamos un tema del que habíamos hablado antes. Queríamos probar un trío con otra chica, pero era difícil encontrar alguna que quisiera y hablara en serio. El hotel en el que estábamos, también tenía una parte que era sauna y habían chicas que daban masajes, y adicionalmente otros servicios también. Así que nos animamos a llamar a recepción y pedimos que nos traigan una chica, esperamos unos 10 minutos y alguien estaba tocando la puerta de nuestra habitación.

Abrí la puerta y entra una chica alta 1.70, cabello rubio con su plata, de tez clara, delgada pero con buena delantera y también con un culo duro y paradito. Para empezar, me dio unos masajes en la espalda, muy buenos y que me relajaron por completo. Luego ella sacó un condón y todavía recuerdo cómo me lo puso usando solamente su boca, fue algo muy excitante, la chupaba con fuerza y succionaba de una forma que daba mucho placer. Elissa no quiso quedarse atrás y ya estaban las dos dándome unos de los mejores orales que haya tenido. Aún no tenía ganas de terminar, y ya tenía ganas de penetrar a la nueva chica. La eché en la cama y levanté sus piernas sobre mis hombros para inciar una penetración profunda, sorprendentemente su vagina ya estaba húmeda y entró con cierta facilidad aunque sabía emplear los músculos de esa zona para apretar mi pene, el cual ya entraba y salía rápidamente haciéndole emitir gemidos cada vez más fuertes. Parece que a esta chica le gustaba su trabajo porque estoy seguro de haberla sentido llegar al orgasmo poco antes de que yo también eyaculara.

Elisa estuvo masturbándose mientras nos veía, luego de que yo terminara me lo estuvo chupando un rato y ya estaba listo para otro round. Esta vez la penetré a Elissa colocándola en posición de perrita, introduciéndole mi pene con fuerza, primero por su vagina y luego en su apretado culo. Por última vez, llegamos al orgasmo y se tomó mi leche. Terminamos exhaustos, nos despedimos de la chica y nos pusimos a descansar un rato más antes de alistarnos para salir e irme a mi clase...