sábado, 27 de junio de 2009

Una escapada del trabajo con Rose

Esta es una historia algo reciente, de fines del año pasado. Ya había terminado la universidad y me encontraba trabajando, el trabajo no era muy bueno, pero fue lo primero que encontré y el dinero siempre cae bien. A Rose la conocí por internet, mediante una página de contactos tipo hi5, intercambiamos msn y empezamos a comunicarnos más seguido. Ella es una mujer joven de 32 años, algo reservada con sus asuntos personales, incluso hasta ahora hay muchas cosas que no sé de ella, pero prefiere que sea así. Múltiples noches nos quedamos conversando hasta tarde y el sexo era un tema que siempre aparecía, nos excitábamos mutuamente y llegó al punto de masturbarnos y mostrarnos por cámara web.

Físicamente, Rose es de mediana estatura, casi 1.70, de contextura normal, pero con unos senos grandes y un culo impresionante, su mejor atributo, casi puede competir con el de Natalia. Sabe dar besos muy ricos y apasionados, una de las mejores en ese aspecto.

Por varias semanas, seguimos viéndonos por cam, era excitante ver cómo acariciaba sus senos, luego se tocaba su conchita, acariciaba su clítoris y se penetraba con sus dedos o incluso empleando algún objeto como un plumón grueso. Nos habremos masturbado juntos por lo menos diez veces a lo largo de casi un mes. Incluso un par de veces cuando yo estaba en el trabajo, y entraba al msn un rato al mediodía, ella ponía su cámara y le excitaba masturbarse para mí sabiendo que yo no podía hacer lo mismo por estar en el trabajo y tendría que aguantarme las ganas. Afortunadamente, nadie en el trabajo se dio cuenta, eso creo.

Hasta ese momento, no parecía que nos veríamos en persona porque nuestros horarios no coincidían, ella por lo general trabajaba cuando yo recién salía de mi trabajo, así que era complicado vernos. En una ocasión cuando yo estaba trabajando, ella se conecta al msn y me deja verla mientras se masturba, Rose estaba muy caliente y lo propuse vernos, pero ella como siempre aún no estaba segura de tener sexo con alguien que solo conocía por internet, pero logré excitarla lo suficiente como para que acepte que venga cerca de mi trabajo y vernos en la hora de almuerzo. Ella tenía carro, así que no era problema que venga, dijo que nos conoceríamos y que si se animaba iríamos a un hostal cercano pero solo me dejaría hacerle sexo oral. Acepté su propuesta, y tenía la confianza de que empleando mis técnicas de sexo oral, podría excitarla lo suficiente y no se resistiría a sentir mi pene dentro de su húmeda conchita.

Esperé aproximadamente una ahora hasta que llegó, en el trabajo avisé que demoraría un poco porque tenía que ir a pagar algo en el banco, además no estaba mi jefa directa ese día, así que no hubo mayor problema. Salí a la calle y la esperé unos minutos hasta que por fin apareció, me subí a su carro y nos gustamos inmediatamente, nos besamos y acaricié sus senos por encima de la ropa; eso la excitó más y nos fuimos al hostal más cercano.

Como es usual, pagué la habitación y entramos al cuarto, no era un hostal cinco estrellas pero tenía lo necesario. Nos desvestimos rápidamente porque estábamos contra el reloj, ella tampoco podía demorar más de una hora. De inmediato, como ella me lo solicitó, me fui a su conchita depilada y empecé a hacerle sexo oral. Con solo pasar succionar y lamer su clítoris, Rose gemía de placer y a los pocos minutos experimentó su primer orgasmo; parece que luego de estos años he podido mejorar mucho en sexo oral, es algo que me gusta hacer y que en más de una ocasión me han dicho que soy bueno, así que ojalá alguien se anime =)

Ella era fanática del sexo oral, estuve media hora solo chupándole la conchita, y fácilmente llegó a tener 7 u 8 orgasmos, era excitante escuchar sus gemidos y gritos de placer, incluso cuando trataba de ocultarlos con la almohada. Su conchita estaba empapada y me tomé todos sus fluidos; mientras tanto, yo me estaba quitando lo que me quedaba de ropa y cuándo le mostré mi pene erecto, ella me pidió que la penetrase de inmediato. Obecedí su pedido y mi pene se deslizó hacia su interior fácilmente por lo mojada que estaba, pero se sentía cómo su vagina ajustaba al entrar y salir. A veces solo le metía la cabeza y luego se lo introducía hasta el fondo sin avisarle, eso la hacía gemir más fuerte, y sus orgasmos más intensos se producían cuando mi pene llegaba a un punto profundo en su vagina. Hicimos muchas posas, la mejor fue ella estando encima, le encantaba tener todo mi pene dentro y luego ella moverse en círculos o de arriba hacia abajo, es riquísimo sentir las contracciones de su vagina durante el orgasmo. Ya había pasado una hora desde que iniciamos, yo tenía que volver al trabajo y ella tenía una reunión, así que fuimos a ducharnos y lo hicimos una vez más en el baño, esta vez por su culito, se notaba que ya tenía algo de experiencia en sexo anal, por lo menos no fue difícil entrar por ese agujero, pero sí fue placentero para los dos, hasta que finalmente terminé eyaculando sobre su rostros y senos.


Saliendo del hotel, nos despedimos y nos dimos un rico beso antes de que cada uno se vaya por su lado.. Volví a mi trabajo y afortunadamente nadie se dio cuenta de nada, recibí una llamada de Rose diciéndome que fue una experiencia muy rica y que de todas maneras lo repetiremos. Salimos en algunas ocasiones más, pero por problemas de tiempo, es difícil vernos, ya casi van 2 meses desde la última vez y espero que no pase mucho tiempo para salir con ella nuevamente.


Por el momento, estoy intentando relatar la primera experiencia con cada chica con la que he tenido sexo hasta el momento, todavía me tomará varias semanas y si conozco alguna chica nueva, de hecho que lo contaré por este medio. Hasta la próxima semana, dejen sus comentarios y/o agréguenme al msn para conversar.

sábado, 20 de junio de 2009

Natalia sexy

Primero quiero empezar agradeciendo a los dos lectores que han dejado comentarios, ojalá vengan más pronto. También les informo que estaré actualizando todos los sábados, así que ya saben cuándo revisar mi blog.

La vez pasada, les conté cómo me inicié con Elissa y seguramente más adelante les contaré alguna otra historia con ella, pero ahora es el turno de la segunda chica de mi vida.

La conocí en la universidad, yo aún tenía 18 años y estaba en primer año de mi facultad. Natalia estudiaba otra carrera y ya estaba en los últimos ciclos, en ese entonces ella tenía 28 años. Físicamente, ella era de mediana estatura, 1.65 aproximadamente, de tez blanca, cabello negro largo entre lacio y ondulado, no era delgada pero tampoco tan llenita, estaba en un punto medio, como dirían algunos, tenía suficiente de donde agarrar. Sus senos blancos de mediano tamaño, una talla 34B, con pezones rosados, ricos y dulces al probarlos. Sin embargo, creo que su mayor atractivo era su trasero (y eso que soy de los chicos que se fijan más en la delantera que en la retaguardia). Cómo describirlo, era grande sin ser excesivo, también era firme y con la piel suave, esas dos cualidades creo que son más importantes en este caso.

Principalmente, nos comunícabamos por msn y recuerdo que salimos un par de veces a comer algo o al cine. Luego de algunas semanas, conversando por msn, surgió el tema del sexo, ella me contó que solo había estado con dos chicos y yo le conté que estuve con alguien mayor (ver relato anterior). Conversando sobre el tema, nos animamos a tener relaciones y quedamos para salir el siguiente sábado. Ella prefería hacerlo con alguien que no sea parte de su grupo de usual de amigos y compañeros. Y yo casi siempre acepto una buena propuesta, quería tener más experiencia en el sexo; en ese entonces, e incluiso ahora, no solía conocer muchas chicas con quienes salir para algo más que amistad, en el amor he tenido mala suerte, por lo menos en el sexo me ha ido un poco mejor.

Llegó el sábado esperado, nos encontramos en la universidad, era invierno y ella estaba vestida con un saco que cubría casi todo su cuerpo. Salimos de la universidad y nos fuimos caminando a un hotel que se encontraba a unas cinco cuadras de ahí (mismo hotel al que iba con Elissa). Entramos, pagué en la recepción y subimos a la habitación. Estábamos algo nerviosos, pero pronto el nerviosismo se fue y empezamos a besarnos. Fue ahí cuando empecé a quitarle la ropa y me di cuenta por qué usaba un saco que cubriera todo su cuerpo, pues debajo solo llevaba ropa interior. Era un bonito juego de lencería de encaje; aparte del sostén y calzoncito, tenía unos ligueros para sujetar las medias, supongo que las chicas saben más de esos términos, yo solo puedo decir que se veía muy sexy, y por lo menos para mí siempre es un punto a favor que una chica emplee una ropa interior de ese estilo, aunque hasta ahora es la única que se ha preocupado en hacerlo.

Nos fuimos a la cama y continuamos besándonos y yo aprovechaba para tocarla por todo su cuerpo, me enamoré de sus senos y me dediqué a chuparlos mientras escuchaba gemidos de placer por parte de ella. Me quité la ropa y dejé que ella me acariciara el pene y le diera algunos besitos con lengua incluida. Procedí a bajar por su cuerpo y llegar a su húmeda conchita, desprendía un olor agradable, me dieron ganas de chupársela por más de que no se había depilado esa zona, en otro relato les contare cómo solucioné eso. Apenas la toqué con mi lengua empezó a gemir más fuerte, Elissa no se dejaba hacer sexo oral, pero a Natalia le encantaba, era increíble la cantidad de fluidos que emanaban de su vagina, yo seguía chucpando y debo haberlo hecho bien porque se corrió dos veces entre gemidos de placer.

La dejé recuparse un poco mientras la besaba en los labios y le hacía probar su propio sabor, eso la exitó más y me pidió que la penetre. Mi pene estaba listo para la tarea, entrar en su conchita es uno de los mejores placeres que existe en la vida, se sentía caliente, húmedo y aún era lo suficientemente estrecha para sentir las paredes de vagina en cada embestida que le daba. Normalmente demoro en eyacular, pero esa vez tuve que hacer más esfuerzo en controlarme, aun así le di duro y ella lo disfrutaba cada vez más. Probamos varias posiciones, casi todas con una muy buena visión de su rico culo y ella llegó al orgasmo por lo menos un par de veces más hasta que por fin terminé eyaculando sobre sus senos. Los dos estábamos satisfechos y nos pusimos a descansar un rato, conversamos y estuvimos de acuerdo en que fue una buena experiencia y saldríamos juntos de nuevo otro día. Pedimos dos copas de pisco sour y nos pusimos a ver televisión, hasta q llegamos al canal porno y nos calentamos de nuevo, así que terminamos haciéndolo un par de veces más, cada vez mejor que la anterior.

Esta fue la primera vez que tuve sexo con Natalia y lo hicimos por algunos meses más, hasta que consiguió novio y prefirió que ya no tengamos sexo. Realmente me gustó que llevara esa lencería, y ojalá hubieran más chicas así, no sé si sea caro, pero no me importaría pagar la mitad si luego al tener sexo la voy a ver con la lencería puesta =) por lo menos esa es mi opinión.

La otra semana creo que continuaré contando otro relato con Natalia, espero sus comentarios, me gustaría conversar con alguna chica que lea mi blog, así que pueden agregarme al msn: sentimientos_primitivos_jaja@hotmail.com, ojalá alguna me agregue y conversemos un poco sobre sexo o cualquier otro tema. Hasta el próximo sábado ;)

sábado, 13 de junio de 2009

Primera experiencia (Elissa)

Hola a todos, no escribía hace tiempo pero prometí hacerlo cuando reciba algún comentario, así q por fin llegó el momento.

La historia de hoy ocurrió hace poco más de 4 años, yo tenía en ese entonces 18 años, siempre fui un chico tranquilo en el cole, incluso ahora sigo siendo tranquilo y tímido aunque no lo crean. En esos tiempos, solía entrar a latinchat, un medio de comunicación que en la actualidad ya no es lo que era antes, en ese entonces aún se podían encontrar chicas. Agregué al msn a algunas de ellas para conversar y me encontré con una mujer mayor que yo, ella tenía 40 años, casada, con un marido que no la satisfacía (luego ella se enteró de que su marido tenía una amante), ambos buscábamos pasarla bien, decidimos salir a conocernos y luego simplemente tener sexo. Antes yo no había tenido relaciones, simplemente algunos besos, pero nada más, esta fue mi 'primera vez'. El hecho de que sea casada no me importó, si un hombre tiene pareja y no sabe complacerla, pues es su culpa que luego ella lo engañe con otro.

Su nombre digamos que es Elissa, trigueña, de contextura delgada, senos pequeños y un rico culito, baja de estatura, 1.55 si no me equivoco. La salida fue sencilla, encontrarnos en un lugar e ir directamente a un hotel, yo en ese momento no trabajaba, ella fue la que pagó, y siempre que salimos, ella se ofrecía a pagar, yo no me hice problemas con eso. Entramos al hotel, pagamos en recepción y subimos a una habitación del tercer piso, mientras íbamos en la escalera nos besábamos, acariciábamos y le restregaba mi pene en su trasero, recuerdo que ese día me pidió que vaya sin ropa interior, así que se lo hacía sentir cuando me acercaba a ella. Llegamos a la habitación y fuimos directo a la cama, se colocó encima mío y nos besamos apasionadamente. Le quité la blusa y me puse a besar sus senos, particularmente me gustan un poco más grandes pero igual estaban ricos y tenía pezones muy sensibles. Su falda y mi pantalón volaron por la habitación, su tanguita ya estaba húmeda, lo cual me encantó. Lamentablemente, ella no era muy fanática del cunnilingus. Aun así logré hacer que acabe un par de veces solo con mis dedos y ella me lo dejó bien duro usando su boca, poco a poco fue mejorando su técnica de sexo oral (chicas, no muerdan por favor).

No me considero un superdotado, pero me dijo que la tenía más grande que su marido y eso creo que le sube la autoestima a cualquiera, así que me esmeré más aun en dejarla satisfecha. Estábamos los dos desnudos, listo para penetrarla, empecé a hacerlo lentamente, se sentía estrecha, empujé hasta que entró por completo, aun así le dolió un poco, pero le empezó a gustar y cada vez quería que la penetre más fuerte y más rápido. Probamos diversas posiciones, Eli prefería estar encima mío o alguna otra posición donde la penetración sea profunda, y aprovechando los espejos en la habitación, nos colocábamos de forma que podamos ver cómo la penetraba. Terminé eyaculando en su rostro y recuerdo que le gustó tomarse mi semen, a partir de entonces siempre me pedía que le dé mi leche en su cara o directo en su boca. Repetimos otro round que fue con menor intensidad pero duramos más e incluso fue más placentero.

En general, fue una buena primera experiencia, pude poner en práctica lo que sabía en teoría y obtuve buenos resultados. El sexo no es tan complicado, simplemente cada uno debe poner de su parte, dejar atrás los miedos, tabúes y buscar la satisfacción propia y la de su pareja. Pero esta solo fue la primera vez que salimos juntos, luego contaré las siguientes experiencias, principalmente cuando tuvimos sexo anal y más adelante cuando hicimos un trío con otra chica.

P.D.: Sé que mi redacción no es la mejor, así que acepto sugerencias sobre cómo organizar mejor el contenido. Espero sus comentarios.