domingo, 20 de junio de 2010

Reencuentro con la chata

Ha pasado tiempo desde la última vez que escribí, principalmente el trabajo me ha mantenido ocupado y no había tenido muchas oportunidades para salir y vivir nuevas experiencias. Ojalá eso cambie y pronto tenga más tiempo libre.

Esto ocurrió a inicios del mes pasado, con una chica de la que ya he escrito antes y no veía hace tiempo, la llamé un día y quedamos para salir al cine, conversamos sobre cómo nos había ido últimamente, luego de la película fuimos a tomar unos tragos y contarnos sobre nuestras vidas.

La chata, Stephany, alguna vez me había dicho que era muy menor para ella y que preferiría que ya no nos veamos como amigos cariñosos, que a ella le interesaba algo serio con un chico de su edad. Pero ocasionalmente salíamos a tomar algo, pasear o ir al cine, esa vez no fue la excepción. Aunque yo hubiera querido que esa salida llegara a algo más, lamentablemente eso no pasó y al final cada uno se retiró a su casa.

Había perdido casi todo esperanza cuando el siguiente fin de semana, me llamó y me dijo para salir al día siguiente. No sé, algo en su tono de voz o en la forma que lo dijo, me pareció que insinuaba algo más, por lo que al día siguiente llegué puntual a la cita y con algunos condones en la billetera. Nos encontramos por el óvalo de miraflores y de ahí fuimos caminando a un hotel cercano, primero detendiéndonos en una tienda para comprar un vino. Prácticamente no necesitamos palabras para saber cuál era el verdadero motivo de esa salida.

Entramos al hotel y luego a nuestra habitación, abrimos el vino y luego de tomar media botella, empezamos con los besos, yo acariciaba todo su cuerpo, toda su espalda, sus piernas y en especial sus senos, podía sentir cómo se iba excitando y eso se notaba en la humedad de su vagina.

La desnudé por completo, ella también me quitaba la ropa, besé sus grandes senos y rodeé su pequeño cuerpo con mis brazos. Mi pene se encontraba duro y chocaba contra su barriga, me lo empezó a acariciar con sus dos manos y luego de un rato ya me pedía que se lo meta.

Se echó sobre la cama, abierta de piernas, me puse el preservativo y coloqué mi pene en su húmeda entrada, empujé un poco y me fui abriendo paso en su interior, siempre ha sido muy estrecha, sobre todo ahora que no había tenido sexo en más de medio año, fue casi como si fuera su primera vez, casi parecía que la iba a romper y podía ver en su rostro el dolor que sentía, aunque también el placer que le proporcionaba ser penetrada. No pude entrar por completo pero empezamos a movernos y escuchaba sus gemidos cada vez que entraba y salía de su interior.

Me recosté sobre la cama y Stephany se subió encima mío, se introdujo mi miembro y empezó a cabalgarme, esa era su posición favorita y llegó al orgasmo un par de veces, su vagina se contraía alrededor de mi pene y casi me hace eyacular, pero seguí dándole más fuerte hasta que ambos terminamos al mismo tiempo y quedamos exhaustos, recuperando energías para el siguiente round. Luego lo continuamos en la ducha, se sentía rico penetrarla con el agua caliente cayéndonos y que se me mezclaba con sus fluidos, mi cuerpo golpeaba contra sus nalgas cada vez que se la metía por completo, aunque le dolía sentirlo todo en su interior, igual me pedía que se lo meta más fuerte. Los dos volvimos a terminar y ya era hora de irnos, salimos y nos despedimos.

No nos hemos vuelto a ver aún, parece que volvió a la fase de querer algo serio con alguien de su edad, pero no pierdo la esperanza de que me llame de nuevo cuando esté necesitada y quiera pasarla bien. Por el momento, el trabajo me seguirá manteniendo ocupado, aunque si se presenta alguna oportunidad con alguna chica seguro la aprovecharé.

Suerte a todos, que les vaya bien, no sé cuánto demoraré en publicar otro relato, espero que no sea tanto tiempo. Hasta pronto